El alcalde tiene intención de recuperar, de construir otra barca como la entonces existente para volver a cruzar el río Duero y si prospera la idea, con el beneplácito de la Confederación Hidrográfico del Duero, de recuperar esa barca y acompañarla con una sencilla playa fluvial.
Se conserva la gran maroma original con la que se movía la barca de una orilla a otra del Duero. Aunque la denominen maroma, en realidad son grandes eslabones de hierro.