martes, 8 de septiembre de 2015

‘La herencia de los chopos’ : Susana Gómez

En la pasada Feria del Libro (4 al 9 agosto 2015) celebrada en Soria, se presentó una nueva antología de poetas sorianos titulada "La herencia de los chopos". Se trata de una obra colectiva de 23 poetas sorianos actuales muy diferentes entre sí,  por sus temáticas, generación, actitudes y estilo poético. Poetas con una extensa obra literaria y poetas que comienzan. 

Desde la Asociación Cultural, destacamos que de los poetas que han colaborado en esta nueva antología, hay tres que están vinculados a nuestro pueblo, Tardajos de Duero. Son: Víctor Angulo, Carmen R. Boíllos y Susana Gómez.

Estamos orgullosos de hacer una reseña literaria de cada uno de ellos: hoy hablamos de Susana Gómez que ha colaborado con la Asociación en las actividades de este verano 2015. Presentamos uno de sus poemas incluídos en "La herencia de los chopos".

SUSANA GÓMEZ REDONDO (Soria 1969)
Es licenciada en Ciencias de la Información y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Aunque lleva años poniendo y quitando comas en artículos, guías, guiones y otros puntos suspensivos para adultos, nació a las historias para niños el día en que su hijo abrió los ojos para darle a luz a geografías más menudas. Desde entonces ha publicado varios álbumes ilustrados de narrativa u poesía infantil. En la actualidad alterna letras mayúsculas y minúsculas, adultas e infantiles, al tiempo que intenta incursiones y otros asaltos por los vericuetos de la palabra, la docencia y sus particulares meandros.



ASÍ SEA

Derrotada la boca,
la retina en silencio,
ser como alas o ser
simple
mente
lluvia.

Párpado y lengua que canta callando
la
si 
miente.

Será así la vida una vida como de labios a punto
de besarse,
la vida que asoma el vértigo,
un seísmo de quietudes en el que dejamos de ser
y por siempre o nunca somos.

Sean así las cosas como un filo
de mariposas naciéndonos.
Sea por siempre nuestro silencio.

... Y si no puede ser, sea al menos
la palabra justa
sola
el instante en el que signo y fonética encuentran
en el vacío
su más imprescindible, su único sentido
de ser.

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