lunes, 18 de noviembre de 2013

LA PREHISTORIA DE LOS PERROS: Las razas actuales proceden de lobos domesticados hace unos 25.000 años en Europa

El lobo se convirtió en el mejor amigo del hombre en un complejo proceso de domesticación que se inició en Europa, y no en Asia, y que llevaron a cabo pueblos nómadas dedicados a la caza y la recolección en un periodo extraordinariamente lejano, hace entre 32.100 y 18.000 años. Con posterioridad, acompañando a los humanos en sus desplazamientos, los perros se expandieron por el resto del mundo. Esto es al menos lo que sostiene un estudio internacional que ha comparado el ADN de cánidos de orígenes dispares, tanto actuales como fósiles, con el objetivo de desentrañar el árbol evolutivo.
Hasta ahora se creía que el proceso había empezado hace 10.000 años en Asia con la agricultura.-- Como consecuencia del proceso de sedentarismo de los humanos, los lobos se habrían acercado a las aldeas atraídos por el olor -por ejemplo, de la comida abandonada en la basura- hasta acostumbrarse al contacto visual. Según la nueva hipótesis, la comida también habría sido el reclamo, pero los lobos habrían seguido a los clanes nómadas en sus desplazamientos. En cualquier caso, todo tiene mucho de especulación: «No sabemos quién, si el hombre o si el lobo, habría ganado más con la interacción», comenta Jennifer Leonard, investigadora del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y coautora del trabajo.

Lobos, perros, coyotes.--
El estudio ha analizado el ADN mitocondrial de 18 cánidos prehistóricos hallados en yacimientos de Alemania, Bélgica, Suiza, Rusia, EEUU y Argentina, y lo ha comparado con perros de diversas razas, lobos y coyotes actuales. La investigación, cuyos detalles se han publicado en la revista Science, ha estado encabezada por Olaf  Thalman, de la Universidad de Turku (Finlandia). «Hemos visto que los perros actuales están estrechamente emparentados con los cánidos prehistóricos europeos. Y ese parentesco es mayor que el que existe entre los cánidos prehistóricos europeos y los lobos asiáticos», explica Leonard. «En cualquier caso -añade la coautora-, seguramente fue un proceso que se repitió en varios enclaves de Europa».

La investigadora del CSIC considera que algunas de las características que asociamos con los perros y no con los lobos debieron de surgir poco después de la domesticación, como la mansedumbre y el pelaje más claro, pero otras es probable que sean mucho más recientes, como el pelaje menos abundante o la capacidad para el pastoreo. Y en cuanto a las enormes diferencias entre perros actuales, Leonard afirma que es resultado de mejoras genéticas impulsadas por los humanos, más que de diferencias en sus ancestros los lobos: «Todos los perros están más estrechamente relacionados entre sí que cualquiera de ellos con los lobos actuales».

Notícia extraída de EL PERIÓDICO,  viernes 15-11-2013


     
     

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