Cerca de Los Rábanos, en la roca un mundo subterráneo nos sorprende: La Cueva del Asno.
Conocida desde
antiguo, esta cavidad es un buen punto de partida para adentrarse en el
mundo de la espeleología. Es posible hacer dentro de ella un largo
recorrido sin necesidad de más material que un casco y luz artificial.
La puerta "principal" es mucho más estrecha de lo esperado, es
necesario entrar de rodillas, pero en apenas unos segundos se recobra la
verticalidad completa. De tanto en tanto hay que arrodillarse.
Ya en el recorrido de vuelta, en el doble agujero de salida
se nos ofrece una visión espectacular del río Duero, sobrevolado por
buitres y cormoranes. La Cueva del Asno tiene un desarrollo de más de
1.700 metros. Hay desvíos que conducen a galerías paralelas (a otro
nivel) que sí exigen material específico de espeleología. También se
puede continuar por la misma galería principal, pero para un primer
acercamiento ya es suficiente !!!
Durante aproximadamente hora y media se disfruta de las
maravillas que hacen el agua y la caliza cuando se encuentran y los murciélagos nos van acompañando a lo largo del recorrido.
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