miércoles, 8 de enero de 2014

TRASHUMANCIA Biodiversidad, lentitud y oralidad 1 (3)

Dionisio Romero nos habla de la trashumancia como una práctica ganadera muy ecológica. Pero nos está hablando de muchas más cosas… Para el que quiera entender, claro… Este texto formará parte del próximo monográfico de la revista "The Ecologist", dedicado íntegramente a la ganadería ecológica.
La trashumancia, actividad humana y ganadera que obedece con sensatez y fecundidad a los ciclos estacionales, prodiga vida con su paso lento, que es generosa con la biodiversidad y que puede ponernos en contacto con algo de nuestra primordialidad. 

El hombre ha pasado de habitar un “espacio liso” y, por lo tanto, accesible en todas las direcciones, a un “espacio estriado”, y que nos encierra en la monodireccionalidad de una carretera. Con los cercados, la privatización y la agricultura intensiva, el hombre moderno se ha dejado seducir por los espacios cerrados, fragmentación que propicia la cultura del anonimato, de la vigilancia y del experimentalismo social. 

Lo cerrado, es cierto, nos permite las condiciones ideales para la racionalización, el etiquetado y la productividad y con ello se nos prometió un mayor conocimiento y una mayor abundancia de bienes y privilegios. Pero el hombre de ahora ya sabe que todas las promesas se han incumplido y desea recuperar  un espacio abierto, “liso”, virginal… Pero su deseo es solo otra “nostalgia del futuro”.


   

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