Si bien se ha discutido mucho sobre el desastre de Fukushima, en Japón,
poco se ha dicho acerca de los animales que quedaron en el área
radiactiva de exclusión. Ellos no están abandonados. Naoto Matsumura
decidió quedarse viviendo en la zona para cuidarlos. Es el único ser
humano en un radio de 20 km.
Se lo conoce como el guardián de los animales de Fukushima. Tiene 55
años y solía trabajar en la planta nuclear. Luego de la explosión del
primer reactor, se fue junto al resto de las personas. Pero regresó para
cuidar de los animales que habían quedado atrás. "No fue visto con
buenos ojos que volviera. Pero me di cuenta de que nuestros animales
necesitaban ser alimentados.
"Al principio dejaba que se valieran por sí mismos, pero ahora quiero hacerme cargo de ellos. De lo contrario, los matarán, y me opongo a que lo hagan", señala Matsumura. Si bien podría entender que se los sacrifique para consumo humano, me opongo fervientemente a que se los mate por que sí, sin ningún motivo, ya que están sanos y son felices.
Si agua ni electricidad, Matsumura usa unos viejos generadores y saca
agua de un pozo local. Se alimenta principalmente de comida enlatada o
consume pescados que saca de un río cercano. Una o dos veces al mes
viaja hasta una pequeña ciudad fuera de la zona de exclusión para buscar
gas y algunos otros suministros.
Es consciente de los niveles de radiación a los que se expone diariamente, pero no se preocupa por ello. "Me dijeron que no me voy a enfermar hasta dentro de 30 o 40 años. De todas formas, lo más probable es que esté muerto para ese entonces, así que no podría importarme menos", explica.
Es consciente de los niveles de radiación a los que se expone diariamente, pero no se preocupa por ello. "Me dijeron que no me voy a enfermar hasta dentro de 30 o 40 años. De todas formas, lo más probable es que esté muerto para ese entonces, así que no podría importarme menos", explica.
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