viernes, 6 de noviembre de 2015

EXPERIMENTO SOCIAL: bocadillos nocturnos para paliar el hambre

Los más necesitados saben que los responsables del bar Lolita de la calle Caballeros de Soria, terminada la jornada, dejan una cesta con bocadillos junto a la ventana con el siguiente mensaje: "Que nadie se quede sin comer. Coge si lo necesitas".
 
El Bar Lolita deja en una repisa al acabar cada jornada una cesta con la comida que no se ha vendido para que "nadie se quede sin comer".

Cae la noche en la ciudad y se van apagando muchas de las luces de la capital. Soria ya duerme. Mientras unos sueñan, otros pocos acuden sigilosamente al Bar Lolita para paliar el hambre. Los más necesitados saben que el establecimiento, que ya ha cerrado sus puertas, deja una cesta con bocadillos junto a la ventana con el siguiente mensaje: ‘Que nadie se quede sin comer. Coge si lo necesitas’. El hambre, un problema cada vez más real en España, se puede combatir con iniciativas solidarias como la de Joel Ramos y Jaime Ferrer, los responsables del Lolita.

Una ventana se abre a favor de la esperanza y la colaboración. El bar Lolita impulsa para días grises paraguas de colores en forma de unos bocadillos muy solidarios. Nadie debe quedarse con hambre. El establecimiento soriano realiza el último servicio del día. Joel Ramos y Jaime Ferrer preparan una cesta con la comida que les ha sobrado esa jornada, la envuelven en papel de plata y la colocan junto a la ventana. El que lo necesite podrá disponer de ella durante toda la noche. "Pensamos que es una buena forma de ayudar a la gente que está pasando por momentos difíciles. Es nuestro granito de arena", explica Joel Ramos. Los dos hosteleros están concienciados con las miserias y las necesidades del país. "Probablemente, los bocadillos que ofrecemos sean el primero o el último bocado de la noche para algunos", detalla Ramos.

Todo empezó hace dos meses como un experimento social. "Temíamos que la gente pensase que la iniciativa tenía truco", cuenta el hostelero. Y efectivamente, muchos pensaron que se trataba de una broma. ¿Dónde estaba la cámara oculta? "La iniciativa no funcionó el primer día. Estaban todos los bocadillos a primera hora de la mañana", detalla Joel Ramos. Sin embargo, la situación dio un vuelvo en la segunda noche. Cuando se abrieron de nuevo las puertas, en la cesta ya no había nada. "Es gratificante llegar al bar y ver que la caja está vacía", narra uno de los responsables del Bar Lolita. El establecimiento social colgó la campaña en las redes sociales para darla a conocer mejor. "Sabemos que la persona que necesita un bocadillo no va a utilizar el Facebook, pero el boca a boca y la difusión son de gran ayuda", comenta Ramos.

Joel Ramos coloca la cesta con los bocadillos en la ventana del Lolita. Joel Ramos coloca la cesta con los bocadillos en la ventana del Lolita. 
Cae la noche en la ciudad y se van apagando muchas de las luces de la capital. Soria ya duerme. Mientras unos sueñan, otros pocos acuden sigilosamenteal Bar Lolita para paliar el hambre. Los más necesitados saben que el establecimiento, que ya ha cerrado sus puertas, deja una cesta con bocadillos junto a la ventana con el siguiente mensaje: ‘Que nadie se quede sin comer. Coge si lo necesitas’. El hambre, un problema cada vez más real en España, se puede combatir con iniciativas solidarias como la de Joel Ramos y Jaime Ferrer, los responsables del Lolita.

Una ventana se abre a favor de la esperanza y la colaboración. El bar Lolita impulsa para días grises paraguas de colores en forma de unos bocadillos muy solidarios. Nadie debe quedarse con hambre. El establecimiento soriano realiza el último servicio del día. Joel Ramos y Jaime Ferrer preparan una cesta con la comida que les ha sobrado esa jornada, la envuelven en papel de plata y la colocan junto a la ventana. El que lo necesite podrá disponer de ella durante toda la noche. "Pensamos que es una buena forma de ayudar a la gente que está pasando por momentos difíciles. Es nuestro granito de arena", explica Joel Ramos. Los dos hosteleros están concienciados con las miserias y las necesidades del país. "Probablemente, los bocadillos que ofrecemos sean el primero o el último bocado de la noche para algunos", detalla Ramos.

Todo empezó hace dos meses como un experimento social. "Temíamos que la gente pensase que la iniciativa tenía truco", cuenta el hostelero. Y efectivamente, muchos pensaron que se trataba de una broma. ¿Dónde estaba la cámara oculta? "La iniciativa no funcionó el primer día. Estaban todos los bocadillos a primera hora de la mañana", detalla Joel Ramos. Sin embargo, la situación dio un vuelvo en la segunda noche. Cuando se abrieron de nuevo las puertas, en la cesta ya no había nada. "Es gratificante llegar al bar y ver que la caja está vacía", narra uno de los responsables del Bar Lolita. El establecimiento social colgó la campaña en las redes sociales para darla a conocer mejor. "Sabemos que la persona que necesita un bocadillo no va a utilizar el Facebook, pero el boca a boca y la difusión son de gran ayuda", comenta Ramos.

Las cantidades de bocadillos que dejan en el exterior del Lolita van variando. Aunque los vecinos del barrio también se han hecho eco de la campaña y colaboran con otros alimentos. "Un sábado por la noche un grupo de jóvenes bajó los sandwiches sobrantes tras finalizar una fiesta", explica el hostelero. Según Joel Ramos, "hay mucha gente que necesita nuestra colaboración, como familias que hayan sido desahuciadas recientemente". Y añade: "Sabemos que quizás no sea una forma demasiado higiénica el hecho de dejar comida en la ventana. Pero siempre es mejor eso que hurgar en los contenedores", respecto a la forma de llevar a cabo la acción.


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