Han pasado los años, ha cambiado de mano, ha sufrido alguna capa de pintura, pero sigue:
(del año 1790)
La última fotografía es el aspecto que tiene en la actualidad (2021) que está en manos privadas y que ha sido pintado por Ismael Boillos. Quizás os preguntéis qué significa poyal, pues bien, no todos los vecinos tenían horno en sus casas, la utilización del mismo para hacer pan y otras cosas conllevaba un gasto y se pagaba una cuota llamada “Poya” de ahí el nombre de poyal. Nada relacionado con el órgano sexual masculino.
A mediados del sigo pasado, regentaba el horno la señora Asunción, que guardaba un secreto, que bien conocían los chiquillos de aquella época (Esteban, Carlos, ... y otros), que al salir de la escuela se íban para el horno de la Tía Asunción que siempre les guardaba alguna rosquilla o magdalena.
Ya no sabemos la fórmula de Tía Asunción, pero aquí va una, que el resultado final se le parece mucho:
6 huevos, 1 vaso de aceite, de harina y de azúcar, 1 sobre de levadura y un chorro de anís ó 1 limón exprimido.
Nada más, que acabéis de pasar unas buenas fiestas navideñas y de Año Nuevo. Este artículo lo hemos hecho entre varios: I, E, JL y yo misma María Apolonia. Uno ha aportado fotos, otro el recuerdo de la niñez, otra la fórmula de las magdalenas y yo, lo he revuelto todo y así me ha salido. Saludos y que el Covid nos deje tranquilos en 2022.
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