... se hace un hueco de silencio en la calle.
Cuando una puerta se cierra, se deja de oír la trepidante canción de la vida al otro lado. Cuando una puerta se cierra, el imparable lamento de la ruina no ceja hasta consumirlo todo. Cuando una puerta se cierra, cesa la historia, se nubla el cielo y todo parece mucho más triste y la noche es, sin duda, más larga y oscura.
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